Web del
Doctor José Perea

Motilidad Ocular  y  Estrabismos
Investigación y Docencia

sistema de poleas

Buscar Términos dentro del Diccionaro (puedes emplear expresiones regulares)
Empieza por Contiene la palabra Término ExactoSuena como
Todos A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Término Definición
sistema de poleas

Los músculos rectos (horizontales y verticales), inmediatamente antes de alcanzar el ecuador del ojo, atraviesan un “manguito” o “polea” compuesto de elastina, colágeno y fibra muscular lisa, en la que se inserta la cara orbitaria de los músculos  (Miller, 1993). Estas “poleas”, aun sin presentar realidad anatómica tan definida como la de la tróclea del oblicuo superior, conforma el verdadero origen del músculo (origen funcional), regulando sus movimientos. Tal vez debería hablarse de “polea funcional”. Cuando se orienta el ojo en determinada posición, la “polea” va a conseguir que los músculos rectos, tanto horizontales como verticales, en vez de cambiar su “línea de acción” en todo el trayecto del conjunto muscular, desde el vértice orbitario hasta su inserción anatómica en la esclera, lo hagan únicamente desde la “polea” hasta dicha inserción, manteniéndose prácticamente fija su dirección con respecto al globo ocular. Sin embargo, el trayecto muscular que mantiene la “línea de acción” del músculo en su porción posterior, desde el vértice orbitario hasta la “polea”, permanece fijo e inalterable con relación a la órbita. Quiere decirse que el verdadero efecto mecánico de la “polea funcional” es cambiar el eje de acción del músculo de acuerdo a la orientación que el globo presente. Esto tendrá como consecuencia que el eje de acción muscular efectivo (que sería el que se extiende desde la “polea” hasta la inserción escleral) mantenga su perpendicularidad con el eje de rotacióndel ojo (eje de Fick), y con ello mayor efectividad, ejerciendo su acción de modo más considerable que el conseguido con el eje de acción muscular clásico, extendido desde el origen orbitario a la inserción escleral, si no se tuviera en consideración el sistema de “poleas”. Al igual que la tróclea en el músculo oblicuo superior, las “poleas”en los músculos rectos horizontales serían el punto de origen funcional. Así se explica la importancia de las acciones musculares primarias sobre las otras dos de los músculos rectos, independientemente de la posición que tenga el ojo al realizar el movimiento. Es decir, que los rectos verticales tendrían esencialmente acción vertical de elevación o depresión (sea el recto superior o el inferior respectivamente) en todas las posiciones horizontales del ojo y los rectos horizontales tendrían acción horizontal fundamental de abducción o aducción (sea el recto lateral o el medial respectivamente) independientemente de la situación vertical que tenga el ojo cuando realiza el movimiento.

Estudios realizados por Joseph L. Demer, Sei Yeul Oh y Vadims Poukens desde el año 1995, han demostrado que cuando un músculo recto se contrae, su tensión actúa, por una parte y a través de las fibras de su cara bulbar, sobre el globo ocular, y por otra, a través de las fibras de su cara orbitaria, sobre la “polea”, que es llevada hacia atrás. De modo que la distancia entre la “polea” y la inserción escleral del músculo se mantiene constante. Al tiempo, la “polea” de su antagonista homolateral se adelanta por relajación de sus fibras musculares de acuerdo a la Ley de Hering (1879), manteniéndose, así mismo, constante la distancia habida entre las “poleas”, el centro de rotación del globo, y la existente entre éste y las “poleas” con relación a las inserciones esclerales de los músculos rectos antagonistas homolaterales. Hay, pues, regulación de la posición de las “poleas” en sentido anteroposterior.

El sistema de “poleas”, al cambiar los ejes de acción muscular, de acuerdo a la orientación del globo, permitiría una simplificación del control neurológico, para que en los movimientos a posiciones terciarias pueda aplicarse la Ley de Listing. Siempre sería más sencillo el control cerebral de las “poleas”, que el de la infinidad permanente de acciones carentes de conmutación. Todo esto al margen del quebrantamiento que, de modo constante, se hace a la Ley de Listing cada vez que realizamos un giro de rotación vestíbulo-ocular reflejo, secundario al movimiento postural de la cabeza rotando fuera del plano de Listing.

BIGtheme.net Joomla 3.3 Templates