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relación CA/A

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Término Definición
relación CA/A

Número de dioptrías prismáticas de convergencia inducido por cada dioptría esférica de acomodación. Esencialmente hay dos procedimientos para explorar esta relación: el método de la heteroforia y el del gradiente. Ambos tienen importantes márgenes de error en razón de la gran dificultad que existe para aislar la vergencia acomodativa de sus hermanas (tónica, fusional y proximal). El estudio de la relación CA/A es buen campo de investigación, pero de poco interés práctico.

Si la convergencia y la acomodación se definen como la inversa de la distancia a que se está fijando el objeto expresado en metros, significaría que si una persona normal lo fija a 50 cm, estará empleando 1/0,50, es decir, 2 unidades de medida de convergencia y 2 unidades de medida de acomodación.

               Como la unidad de medida de la convergencia es el “ángulo métrico” de Ernest Nagel y la de acomodación  es la “dioptría”, significa que  para  fijar  a 50 cm  se  estaría  empleando 2 ángulos métricos de convergencia y 2 dioptrías de acomodación.

 Y la relación CA/A sería 2/2 = 1.

                Significa que el número de dioptrías de acomodación que hay que realizar para fijar un objeto a determinada distancia, debería siempre estar en correspondencia con el mismo número de ángulos métricos de convergencia.

               Ahora bien, al llevar a la práctica la relación CA/A, en el valor de convergencia real o convergencia efectiva hay que introducir un factor de corrección, tal es la distancia interpupilar, que se expresa mediante  la fórmula de Prentice (C = Di x D),  donde C es convergencia real, Di distancia interpupilar en centímetros y D es la inversa de la distancia de fijación en metros. El valor resultante de esta convergencia real se expresa en dioptrías prismáticas.

               Si consideramos una población homogénea que tuviera la misma distancia interpupilar (6 cm), el individuo normal para ver a diferentes distancias debe utilizar siempre la misma cantidad  de convergencia que de  acomodación. Así, para fijar un objeto a 50 cm precisará 1/0,50 ó 2 ángulos métricos de convergencia y 1/0,50 ó 2 dioptrías de acomodación, que al aplicar la ley de Prentice el valor de la convergencia real en dioptrías prismáticas correspondería a: C = 6 x 1/0,50. O sea, 12 dioptrías prismáticas.

               A esta misma distancia de 50 cm, en caso de que la persona fuera hipermétrope de 3 dioptrías tendría que utilizar para fijar con precisión 2 ángulos métricos de convergencia, y, sin embargo, 5 dioptrías de acomodación. El valor de la convergencia de acuerdo a la ley de Prentice sería el mismo (12 dioptrías prismáticas), pero la relación CA/A cambiaría de modo importante al haber aumentado notablemente la acomodación requerida. Entonces, podríamos preguntarnos ¿cómo es posible esto, siendo funciones sinérgicas la convergencia y la acomodación?. ¿Sacrificamos la convergencia viendo doble o lo haríamos con la acomodación perdiendo nitidez y definición del objeto visualizado?. O dicho de forma más sencilla: ¿es preferible ver los objetos nítidos pero dobles, o verlos simples aunque confusos?.

               La explicación no puede ser otra que considerar que la relación CA/A no es algo rígido, como creía Johannes Müller y William Portefield, para quienes el grado de acomodación estaba invariablemente vinculado al grado de convergencia de los ejes visuales, no pudiendo modificarse uno sin el otro, de tal modo que a un grado de convergencia correspondía invariablemente una determinada cantidad de fuerza acomodativa. Así, Donders demostró que entre estas dos funciones no había una relación “absoluta”. Que ambas caminan no proporcionalmente sino solamente de forma paralela. La prueba de ello es que la mayoría de los emétropes no presentan desviación ocular y, concretamente, la mayoría de los hipermétropes no corregidos con lentes no muestran endotropía acomodativa. Tampoco los miopes, que de cerca no acomodan y sin embargo convergen perfectamente. Ni los présbitas tienen exotropía al mirar de cerca a  pesar de que no pueden acomodar. Ni, por último, los heterofóricos presentan defecto refractivo a pesar de tener que converger el exóforico y divergir el endofórico, de tal modo que presentarían transitoriamente miopía el primero (por aumento de la acomodación) e hipermetropía el segundo.

               Experimentalmente podemos disociar la convergencia y la acomodación sin que pase nada. Bien con la experiencia de Donders: Se coge un texto y se comienza a leer, interponiendo a continuación a uno de los ojos un prisma débil con base nasal, comprobando como las letras se desdoblan un momento para recomponerse inmediatamente tras relajar la convergencia para compensar el efecto prismático, pudiendo seguir leyendo con la misma acomodación y una convergencia disminuida. Bien con lentes esféricas, en el que se aplica al ojo, en vez de un prisma, una lente esférica negativa, de tal manera que con la misma convergencia se hace variar la acomodación en la lectura.

De lo precedente se desprende la posible variación de la relación CA/A de unos individuos a otros, teniendo su medida interés limitado.

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